STUD, z.s.

Jaromír Dušek, quien defiende los intereses de los transportistas en las negociaciones entre administración y sindicatos, sorprendió en la edición del sábado del diario Lidové Noviny con fuertes declaraciones homófobas, calificando como a un lobby de homosexuales la dirección de Ferrocarriles Checos.

Daniel Ordóñez, ČRo 7 Radio Praha, 8. 3. 2010

Mientras se mantiene el riesgo de huelga de transportes aún en la cuerda floja, el jefe del sindicato de transportes Jaromír Dušek se despachó en una entrevista con una sorprendente acusación de que los Ferrocarriles Checos son gobernados por un grupo de homosexuales. “El homosexual Žaluda está mano a mano con el homosexual Slamečka. El homosexual Slamečka va con el homosexual Novák”, dijo el líder sindical. Se refería, respectivamente, al director general de Ferrocarriles Checos, Petr Žaluda, al ministro de Transportes, Gustáv Slamečka, y al director de la Oficina del Gobierno, Jan Novák. Añadió a su vez Dušek que “en el Ministerio de Transportes hay unos 20 homosexuales, y en Ferrocarriles Checos, 30 más. Y créanme, esta es la gente que los gobierna. Yo quiero poner ahí un cupo de un cuatro por ciento de heterosexuales, para que tengan igualdad de oportunidades. Les puedo decir que allí me da miedo agacharme para coger el bolígrafo en los pasillos”, concluyó así sus polémicas declaraciones a Lidové Noviny.

Las reacciones no se han hecho esperar. Empezando por las críticas del primer ministro, Jan Fischer, a las que siguieron las de los partidos políticos y los mismos sindicatos a los que defiende Dušek, todos le piden una disculpa pública, que Dušek elude.

El presidente de la Unión de sindical de transporte, Luboš Pomajbík, piensa que si éste no pide perdón, debería dejar su cargo.

“A la vista de las declaraciones del compañero Dušek, y de la reacción de los políticos, así como del resto de organizaciones sindicales, creo que ahora debería dársele la oportunidad de que explique qué le llevó a realizarlas. Y si no consigue justificarlas de forma satisfactoria, entonces debería plantearse el ser reemplazado”.

Al igual que Pomajbík, el resto de responsables sindicales consideran las declaraciones de Dušek un escándalo que perjudica los intereses de los transportistas y, coincidiendo con la opinión de muchos directivos del Ministerio de Transportes, piden su cabeza.

Por otra parte, las declaraciones tampoco han gustado a la comunidad homosexual checa. La asociación de gays y lesbianas STUD, de Brno, envió a Jaromír Dušek en respuesta, un bolígrafo con una cuerdecita, para que no se le caiga, y que el líder sindical “se sienta más seguro en los pasillos de Ferrocarriles Checos y no tenga que agacharse”, dice un comunicado de la asociación.